
En cada campaña agrícola, la siembra con tratamiento biológico se convierte en una inversión estratégica que define el punto de partida del ciclo productivo. Elegir una buena semilla, con calidad genética y sanitaria comprobada, es clave para alcanzar el máximo rendimiento posible. En esta entrada, te contamos por qué la semilla es el insumo más valioso, qué tipos existen según el cultivo y cómo protegerlas para lograr una implantación firme, sana y pareja. Además, te presentamos BPA Bio, el tratamiento biológico de AgroSpray que potencia el arranque de tus cultivos desde la semilla.
La semilla es la base de toda producción agrícola. De su calidad depende la germinación, el vigor inicial, la uniformidad del stand de plantas y, en consecuencia, el potencial de rinde. Usar semillas de baja calidad, sin certificación o mal almacenadas, puede traducirse en fallas de emergencia, plantas desparejas, mayor presión de malezas y, finalmente, menores resultados económicos.
Elegir semillas de alta calidad garantiza:
En Argentina, los cultivos más frecuentes tienen variedades específicas de semillas, muchas de ellas desarrolladas con mejoramiento genético adaptado a nuestras regiones. A continuación, un repaso por las principales:

Trigo
Las semillas de trigo varían según el ciclo (corto, intermedio, largo) y la zona agroecológica. La elección se basa en:
Soja
En soja, se diferencian variedades por grupo de madurez. La semilla debe tener alto vigor y estar libre de patógenos como Cercospora, Colletotrichum o bacteriosis.
Maíz
La semilla de maíz se presenta como híbridos simples o dobles. Se prioriza el potencial de rinde, la sanidad del grano y la respuesta a estrés. Su valor comercial hace imprescindible su protección.
Cultivos especiales (papa, maní, arroz)

En papa, por ejemplo, se utilizan tubérculos semilla. En arroz, se exige un calibre mínimo y tratamiento antifúngico. Cada cultivo tiene protocolos específicos para garantizar la pureza y sanidad del material inicial.
Comprar semilla sin fiscalización o sin trazabilidad puede ser un error costoso. Es fundamental verificar:
Además, una buena semilla no es suficiente si no se la protege. Las condiciones del suelo, la presencia de hongos o nematodos y las bajas temperaturas pueden comprometer su desarrollo si no cuenta con un tratamiento adecuado.
Los tratamientos terápicos permiten proteger la semilla y mejorar su desempeño desde el momento de la siembra. Hoy, cada vez más productores eligen alternativas biológicas que suman control, bioestimulación y sustentabilidad.
BPA Bio de AgroSpray: vida desde la semilla
BPA Bio es un tratamiento biológico de semillas a base de tres cepas de Trichoderma (afroharzianum, longibrachiatum y azevedoi), que actúa de forma múltiple:
Es compatible con fungicidas e insecticidas como Tiametoxam o Imidacloprid y puede aplicarse en trigo, soja, maíz, arroz y maní.

En resumen, convierte a una buena semilla en una semilla extraordinaria.
En AgroSpray entendemos que la siembra es una etapa estratégica, y por eso desarrollamos soluciones como BPA Bio, que acompañan el crecimiento de cada cultivo desde el minuto cero. Nuestra visión es trabajar con tecnología sustentable que combine ciencia, naturaleza y resultados.
¿Querés diseñar un plan de siembra completo y eficiente? Te ayudamos a elegir los productos adecuados, a planificar tu estrategia de tratamiento de semillas y a maximizar tu potencial de rinde desde el arranque.
Una buena semilla es el primer paso hacia un cultivo exitoso. Pero no alcanza con sembrar: hay que proteger, nutrir y potenciar ese material genético. Con herramientas como BPA Bio de AgroSpray, estás invirtiendo en más que plantas: estás invirtiendo en el futuro de tu producción.
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