Agricultura del futuro. ¿Qué nos espera para el año 2030?
La agricultura del futuro exige la práctica de la prospectiva como un estudio de los escenarios que se prevén para el 2030. Este ejercicio permite entender las tendencias y las irrupciones para establecer las estrategias pertinentes.
La dinámica de los mercados internacionales, el cambio climático y el despliegue tecnológico marcan en gran medida el rumbo del desarrollo del campo. Por tal motivo resulta provechoso para los productores anticipar para decidir e innovar.
Con la intención de hacer un acercamiento a la agricultura por venir presentamos en los siguientes párrafos una proyección en el tiempo. Esperamos que esta propuesta sea útil en términos estratégicos para lograr una agricultura sostenible.
Índice
¿Cómo será la agricultura en el futuro?
La agricultura del futuro exige la incorporación y actualización de la tecnología para hacer del campo una actividad productiva sostenible. La inversión realizada en esta dirección permitirá responder a la demanda creciente de productos.
La actividad de los pequeños y medianos agricultores así como de los productores extensivos recibirá la presión de producir más con menos costos. En consecuencia se requerirá actualización tecnológica y manejo de Big Data.
La agricultura inteligente incrementará el uso de:
- Maquinaria autónoma
- Drones para labores precisas
- Apoyo tecnológico digital y satelital
- Realidad aumentada
- Ingeniería genética
- Fitosanitarios y coadyuvantes
De esta forma la agricultura sostenible permitirá abastecer el mercado local y exportar sin deteriorar el ambiente. La participación de los actores en la cadena agroalimentaria y agroindustrial implicará interrelaciones novedosas.
Nuevas técnicas
La prospectiva como metodología para adelantarse a las transformaciones que se sucederán en el tiempo promueve la inteligencia colectiva. En tal sentido, la agricultura del futuro prevé la actualización de las técnicas agrícolas.
Los productores del agro conocen las constantes actualizaciones que se suceden en las prácticas agrícolas provenientes de la investigación. Técnicas como la rotación de cultivo o la siembra directa son testimonio de la innovación constante.
Por su parte, el modelo de la agricultura de precisión se perfila como una respuesta eficiente a los retos de productividad del campo. Su dinámica incorpora la actualización de técnicas, tecnologías e insumos como recursos necesarios.
Podemos referir también la modelización de fertilización, la fertilización nitrogenada fraccionada o la fertilización foliar como ejemplos de lo que venimos exponiendo. En suma, las nuevas técnicas son una constante que forma parte de la producción.
Nuevos químicos
Hablar de la agricultura del futuro implica también mencionar los avances que la industria agroquímica realiza para optimizar resultados. La eficacia que se busca en las formulaciones reduce el impacto ambiental y favorece el agroecosistema.
La combinación de buenas prácticas agrícolas, fitosanitarios y coadyuvantes tienen efectos favorables para:
- Conservar del suelo
- Preservar del agua
- Disminuir la incorporación de sustancias al ambiente
- Promover la salud laboral
El desarrollo de nuevos plaguicidas, fungicidas y herbicidas, junto con el uso de drones y maquinaria operada con apoyo satelital permitirán mayor precisión. De modo que toda labor realizada en el campo esté comprometida con la eficiencia.
Los aportes de los nuevos químicos para la organización del modelo productivo de agricultura inteligente apuntan a una mayor productividad. La experiencia acumulada hasta el momento así lo demuestra.
Innovaciones tecnológicas
El movimiento natural de la agricultura del futuro incorpora los avances producidos en la industria, los institutos de investigación y las universidades. Tales adelantos responden a los problemas planteados para producir de forma sostenible.
Vemos el ritmo como las diversas tecnologías se incorporan de forma convergente para generar una acción sinérgica en el campo. Somos testigos del arribo de la tecnología satelital para monitorear lotes u operar tractores autónomos.
En igual medida, dicha tecnología se combina con la Internet de las cosas o con la tecnología digital de las Apps y la telefonía móvil. Sin olvidar que logra el mayor aprovechamiento de los fitosanitarios empleados con las más recientes técnicas.
La pauta tecnológica viene marcada por la convergencia de tecnologías que exigen la participación de actores determinantes de la actualización exitosa. Nos referimos a los profesionales del agro y a las empresas de servicios agrícolas.
Retos de la agricultura del futuro
El reto de la agricultura del futuro será cubrir la demanda de alimentos e insumos para atender a una superpoblación urbana global. Este escenario combina además las dinámicas del cambio climático y del devenir político.
Ante estas variables determinantes, los productores del agro deben innovar y actualizar sus modelos de producción. En este orden de ideas, hay que producir más con el apoyo tecnológico y con la asistencia profesional adecuada.
El impacto de la actividad agrícola deberá respetar los estándares que garanticen la sostenibilidad del modelo productivo. Ello implica cuidar los aspectos ambientales, económicos y sociales de la actividad agrícola.
También debe preverse la integración de diversos actores en la producción del campo. En la agricultura intervienen productores de diversa capacidad, empresas de insumos y servicios, inversionistas variados, agroindustrias, exportadores, etc.
Por todas estas razones, la actividad del agro requiere la asistencia de profesionales capacitados y actualizados. La participación y acompañamiento de las empresas de servicios agrícolas resultan fundamentales en el éxito previsto.
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Conclusiones
La prospectiva de la agricultura del futuro indica que un mundo urbano y superpoblado aumentará la presión para aumentar la productividad del campo. Dicho escenario tiene como respuesta la innovación y actualización tecnológica.
Los productores exitosos tienen en las empresas de servicios agrícolas la disponibilidad del talento humano necesario para implementar la agricultura inteligente. Existen los recursos necesarios para afrontar la demanda estimada para el 2030.
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