La Pulverización Aérea para Lograr Aplicaciones Más Efectivas
La pulverización aérea forma parte de las opciones más interesantes cuando el agricultor busca máximos rendimientos de los cultivos extensivos. Argentina tiene una flota mayor a 500 aeronaves dedicadas a esta actividad de soporte agrícola.
El reto de los productores es acceder al asesoramiento eficiente para implementar esta técnica y lograr mayores beneficios. La calidad en las aplicaciones es el camino más expedito y solo se alcanza con protocolos acorde a las necesidades.
En las siguientes líneas te presentaremos los elementos más relevantes para comprender mejor el escenario de las aplicaciones desde el aire.
Índice
¿En qué consiste la pulverización aérea?
Cuando realizamos aplicaciones de fitosanitarios desde una avioneta, hablamos de pulverización aérea. Ahora bien, lo destacado de esta técnica es lograr un buen promedio de impactos de gotas por cm2 y una distribución uniforme.
La pulverización aérea eficiente se logra cuando el fitosanitario llega al objetivo. De esta forma se controla la maleza, insecto o enfermedad. Para el logro del objetivo, estas aplicaciones deben solventar tres barreras secuenciales para lograr calidad:
- De la aplicación: el impacto debe evaluarse con papel hidrosensible y la pérdida por evaporación debe ser controlada con coadyuvantes antievaporantes.
- De la absorción: se comprueba el grosor de la cutícula de las hojas o el tipo de insectos. Se combina la acción del coadyuvante antievaporante con el tensioactivo y penetrante.
- De la degradación: se evalúa la calidad del agua mediante un análisis de pH y sales. Se utilizan coadyuvantes correctores: de pH, secuestrantes de cationes, etc.
A partir de estos criterios, el productor debe establecer dos parámetros en la pulverización aérea:
- Promedio de impactos establecidos para el cultivo (gotas/cm2).
- Coeficiente de variación (CV) que garantice una distribución uniforme del producto.
De lo anterior se desprende que debe exigirse mayor atención a estos criterios que al volumen total de pulverización contratado. Igualmente, se infiere que el éxito de una aplicación efectiva depende en gran medida de la experticia del piloto.
¿Cómo calibrar estos equipos de pulverización?
La pulverización aérea requiere de dos evaluaciones importantes para garantizar óptimas aplicaciones:
- En tierra: se realiza en pista con la aeronave acondicionada con hidráulica o bomba eléctrica. Entonces se comprueba la disposición de los atomizadores así como la entrega individual de las mismas.
- En vuelo: pilotado en el aire con el avión equipado con bomba de viento. Se verifica la entrega total de los atomizadores.
Para la calibración, el operador selecciona el tipo y número de atomizadores a partir de las siguientes valoraciones:
- Calcula el rendimiento de hectáreas por minuto (HPM).
- Calcula el caudal de la aeronave en litros por minuto (LPM).
- Establece el número de atomizadores. Para ello divide el valor de la velocidad de flujo de la aeronave (LPM) entre la velocidad de flujo por atomizador (LPM).
Obtenidos los cálculos, se procede a llenar los tanques de rociado con agua y cronometrar el tiempo de vaciado por los atomizadores. Paralelamente se verifica la presión en el manómetro. Se calcula la tasa de descarga y se coteja con la requerida.
Esta evaluación permite tomar decisiones en cuanto a:
- Limpiar los atomizadores obstruidos.
- Recambiar los deteriorados.
- Ajustar la presión.
- Incrementar o disminuir el número de atomizadores.
Si al realizar 4 ajustes persiste el error en la descarga, entonces se evaluará la bomba del pulverizador y el manómetro.
Limitantes de este tipo de pulverización
La pulverización aérea resulta muy apropiada para cultivos extensivos, pero deben tenerse en cuenta algunas limitaciones:
- No puede implementarse en campos de cultivo menores de 30 hectáreas.
- Las condiciones meteorológicas desfavorables impiden su realización o afectan negativamente su efectividad. Hablamos de: lluvia, viento, humedad relativa, elevada temperatura, etc.
- La distancia entre los lotes a ser pulverizados y la pista no debe ser muy grande.
- Por su operatividad de vuelo recto y nivelado, no es apropiada para aplicaciones en terrenos inclinados.
Por otra parte, la altura del vuelo resulta determinante en la eficiencia de la aplicación de fitosanitarios. En este sentido, conviene tener presente las siguientes consideraciones:
- A una altura menor a 2 metros, por el impacto del chorro de la pulverización con el cultivo, se forma turbulencia. Se pierde uniformidad en la aplicación.
- A una altura mayor a 6 metros se produce exoderiva y termoderiva. Ello se debe al incremento del tiempo de llegada de las gotas al objetivo.
- La altura óptima oscila entre 3 y 5 metros desde el ala hasta el objetivo de aplicación.
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¿Pulverización aérea o terrestre?
Una de las preguntas más usuales entre los productores es si la pulverización aérea es mejor que la terrestre. Los especialistas resaltan que las aéreas usan una gota más concentrada y eficaz, cuyos resultados se notan antes que la terrestre.
La respuesta definitiva estará en manos del especialista a quien corresponderá evaluar los escenarios y decidir sobre las ventajas comparativas.
Vale reseñar que la pulverización aérea es muy bien valorada por las siguientes ventajas:
- Constituye una herramienta apropiada para aplicaciones en cultivos extensivos de cereales, oleaginosas y plantaciones forestales.
- Logra una mayor penetración de las gotas en el canopeo a causa del efecto aerodinámico.
- Emplea un tiempo reducido para atender áreas extensas en el momento más preciso para controlar la plaga oportunamente.
- Por representar una incursión no invasiva del terreno, evita la compactación del suelo y el daño a las plantas.
- Permite intervenir en cultivos altos (girasol, maíz, etc.) o que carecen de suelo (arroz).
- Permite acceder desde el aire cuando las condiciones topográficas no permiten el trabajo a equipos terrestres.
Finalmente, la pulverización aérea puntual con drones constituye un campo de aplicación con amplias posibilidades y ventajas.
Conclusión
La pulverización aérea representa una herramienta eficaz para ser aprovechada en cultivos extensivos.
Requiere asesoramiento de especialistas para determinar los parámetros de aplicación que garanticen mayor rendimiento y eficacia.
El control de calidad de las aplicaciones debe establecerse en términos de impactos por cm2 y cobertura, más que por volumen.
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