
Según Casafe, los productos fitosanitarios son sustancias que protegen la sanidad de las plantas. Minimizan o impiden el daño que las plagas causan a los cultivos. Su origen puede ser biológico o de síntesis química.
El problema de las plagas se remonta a la antigüedad, y aunque han pasado varios siglos, las luchas entre el agricultor y las plagas no han cesado. Solo, que a diferencia del hombre antiguo, actualmente contamos con fitosanitarios para protegernos de estas amenazas.
No obstante, su aplicación requiere procedimientos de preparación específicos y rigurosos mecanismos de control. Donde es fundamental respetarlos, porque su mal uso puede dañar la salud humana y ambiental.
Desde AgroSpray te compartimos algunas estrategias para que tengas en cuenta en la aplicación. ¿Estás listo para proteger tus cultivos?
[Tweet “Los fitosanitarios protegen la sanidad de las plantas y con ello, nuestros alimentos.”]
Cuando hablamos del estado del cultivo nos referimos a su medición de peso, longitud y distribución. Un análisis detallado del campo te ayudará a identificar problemas que no se ven a simple vista. Para esto, hay distintos tipos de evaluaciones.
Lo primero es hacer pruebas de laboratorio y campo para evaluar la composición y estructuras del suelo. También se debe verificar las condiciones y características del agua a usar.
[Tweet “Antes de aplicar los fitosanitarios es importante chequear el estado del cultivo.”]
Luego, usamos la vista. ¿El campo es uniforme en todas las zonas? ¿Tiene acaso el mismo color en cada área? En caso de que haya plantas de distinto color, tamaño, más secas, etc. ¿Pasa solo en algunas plantas o en zonas del cultivo?
La mejor forma de visualizar estos parámetros y su variabilidad en el cultivo es a través de mapas. Estos son creados por el uso de Programas GIS (Geographical Information Systems).
Hay diversos factores a tener en cuenta sobre aquellas plagas que queremos controlar. Por eso es importante siempre tenerlas presentes, te ayudarán a tomar decisiones respecto a cuándo y cómo aplicar fitosanitarios.
Las plagas se desarrollan a través de lo que se conoce como “generaciones”. Esto significa que los individuos nacen, se reproducen y mueren dejando su descendencia para continuar el ciclo.
Cuando las temperaturas son más altas, estas generaciones se desarrollan con más rapidez por lo cual nuestro cultivo estará más expuesto al daño. En caso contrario estos mismos individuos pueden verse acechados por el clima durante el invierno.
También es importante detectar si se trata de una plaga clave del cultivo o una plaga ocasional. De ello dependerá el tipo de producto a utilizar.
[Tweet “Los objetivos del monitoreo son verificar la presencia de la plaga y el daño causado para, en función de ello, escoger los fitosanitarios a usar.”]
Existen distintos tipos de fitosanitarios según el objetivo a controlar:
La movilidad de los productos fitosanitarios tiene que ver con el modo de acción con que interceptan al objetivo. Conocer estas formas de acción nos permitirá tomar decisiones al momento de aplicar el insecticida.
Por un lado existen fitosanitarios de contacto. Estos afectan a los individuos de la plaga cuando entran en contacto directo con ellos. Por otro lado, existen también fitosanitarios sistémicos, que penetran en la planta y actúan cuando el individuo ingiere una parte de ella.
No te pierdas estas claves que Leiva recomienda en este protocolo de aplicación:
¿Cuáles son los números de impactos requeridos? Según el informe de Aapresid que profundiza sobre la calidad de aplicación, resalta la importancia de siempre tener presente el recuento de impactos mínimos necesarios para lograr una adecuada actividad biológica del activo. En base a esto, explica:
A continuación en la próxima tabla, puedes ver las recomendaciones de FAO de impactos para distintos tipos de fitosanitarios.
| Herbicidas sistémicos o translocables | 20 – 30 |
| Herbicidas de contacto | 30 – 40 |
| Insecticidas | 20 – 30 |
| Fungicidas | 50 – 70 |
Para controlar el diámetro y el volumen de la gota, necesitamos utilizar las tarjetas hidrosensibles y el software indicado para analizar resultados.
Te invitamos a conocer AgroSmart, la app que creamos especialmente para que tengas datos certeros y tomes decisiones que mejoren tus resultados. Pero primero repasemos algunos conceptos básicos:
De acuerdo a este informe del INTA “Las tarjetas hidrosensibles son una herramienta para la regulación de la pulverizadora donde se puede realizar un recuento manual del número de impactos por cm2 (con lupa de mano) o utilizando programas de computación donde se pueden obtener los siguientes parámetros:
Además, refresquemos otras definiciones necesarias que se detallan en este informe del INTA:

Cuando pulverizamos el caldo que preparamos, este es obligado a pasar por un circuito bajo cierta presión. Atraviesa un orificio calibrado (pico o boquilla de aspersión) antes de ser expulsado al exterior.
Por eso, antes de cada aplicación es fundamental chequear el desgaste de los picos, con jarra graduada y cronómetro. Hay que cambiar los picos que sean necesarios.
Qué tipo de pastilla utilizar y a qué presión de trabajo se debe trabajar son dos de los aspectos fundamentales de la tecnología de aplicación. Ambos tienen que ser revisados debidamente antes de comenzar la pulverización.
El caudal de la pastilla es el volumen que entrega por unidad de tiempo. Lo definen el tamaño del orificio de la misma y la presión usada. A mayor presión, la pastilla genera mayor caudal y gotas más pequeñas, debiendo multiplicarse por 4 la presión para duplicar el caudal.
Un tip: las variaciones pueden consultarse en los catálogos de las pastillas.
Las pastillas están identificadas por un código. Este indica a qué tipo de pastilla corresponde, el ángulo de la pastilla, el caudal de la misma en galones por minuto y el material del que está construida.
Controlar las plagas a través de la utilización de fitosanitarios es una de las mayores herramientas que tiene el productor agropecuario en la actualidad.
Para que tu aplicación sea exitosa, no olvides las tres estrategias que repasamos aquí.
El estado del cultivo, el objetivo a tratar y la movilidad del producto. Mientras más conscientes y profesionales seamos a la hora de realizar la aplicación mejores resultados obtendremos.
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