Coadyuvante: 6 Tips Para Elegir el Más Adecuado
¿Sabías que la falta de coadyuvante en el caldo de pulverización reduce hasta en un 70% la efectividad del fitosanitario?
Vale la pena que evalúes las dificultades presentadas en jornadas anteriores al aplicar algún producto químico. Seguramente, si recordás con detalle, puedas encontrar problemas relacionados a distintos factores que requerían atención específica.
En tal sentido, vas a notar que a veces las condiciones ambientales no favorecen. Otras, afecta el ciclo en el cual se encuentre la planta. Quizás la calidad del agua no sea la mejor. Posiblemente el producto no se mezcla adecuadamente.
Estos inconvenientes crean en el profesional del agro la necesidad de profundizar constantemente sobre cómo mejorar la efectividad de los fitosanitarios o fertilizantes. Esta búsqueda suele llevarlo hasta el coadyuvante, el aliado por excelencia en las pulverizaciones.
En los siguientes apartados podrás encontrar las mejores claves para elegirlo. Sobre todo porque es necesario afinar detalles para resolver los problemas y optimizar la efectividad del principio activo a usar.
Índice
Tips para elegir el mejor coadyuvante
Tipo de cultivo
El primer elemento a considerar es el tipo de cultivo sobre el cual se aplicará un producto químico. Así podés determinar las características propias de la planta, como su fisiología y los requerimientos inherentes al crecimiento o desarrollo.
Por ejemplo, la dimensión de las hojas y su disposición en la planta determina si debés usar un humectante. Características como la edad pueden apuntar a buscar más bien permeabilidad.
Valdría señalar que los coadyuvantes penetrantes, por ejemplo, favorecen el ingreso de productos sistémicos por las membranas. Por ello, se usa frecuentemente en el tratamiento con herbicidas sobre barbechos.
En pocas palabras, esta información valiosa orienta la búsqueda hacia un producto que mejore la interacción entre producto y planta. Tené presente que el efecto benéfico de un producto en el maíz puede que no lo sea para el girasol.
Métodos defensivos
Sabés bien que cuando establecés una plantación creás un medio propicio para ser atacado por plagas y enfermedades. La relación es simple: al existir las condiciones ideales derivadas de la densidad de las plantas, se activan esas amenazas.
En tal sentido, tenés que apelar a implementar métodos defensivos. Recurrimos a herbicidas, fungicidas e insecticidas que combaten el agente agresor del cultivo. El coadyuvante potencia el efecto esperado del fitosanitario contra la amenaza.
Si tuvieras que recurrir al uso de fungicidas o insecticidas, vas a necesitar mejorar la calidad de la gota. Por su parte, los herbicidas requerirán más bien prolongar la permanencia del producto sistémico o garantizar su penetración en membranas.
Condiciones ambientales
Vemos la labor de mantener las mejores realizaciones del cultivo como una consecuencia de las estrategias implementadas. Por tal motivo, las condiciones ambientales concretas de la acción emprendida deben ser evaluadas.
El operador debe controlar variables de la pulverización como el efecto del viento y la evaporación. En estos casos, un coadyuvante antiderivante ayudará a aumentar la densidad del caldo para reducir la pérdida de producto.
En época de lluvias, por ejemplo, se mezcla un adherente para crear una película y evitar el lavado del fitosanitario. De esta forma, la acción de un fungicida resiste las condiciones ambientales de la temporada.
La observación del técnico en las condiciones ambientales que influyen en la eficiencia de las pulverizaciones beneficiará la inversión.
Estado fenológico
Relacionado con los aspectos anteriores, analizá también el estado fenológico. ¿Te preguntarás por qué? Sucede que las características del coadyuvante no pueden estar divorciadas del vínculo entre el ciclo vital de las plantas con el ambiente.
En muchos casos, humedad y temperatura inciden en el comportamiento de la cutícula de la planta. Por este motivo, conviene vencer tal barrera, disolviendo la capa cerosa o modificando la membrana foliar con un coadyuvante penetrante.
Desde otro ángulo, un producto químico puede mejorar la cobertura de la superficie de la hoja con el fitosanitario aplicado. Así, la cantidad de cera en la cutícula es intervenida para permitir rápida absorción del componente activo aplicado.
Calidad del agua
Aunque aparentemente el agua es el componente más barato, si no cumple con los requerimientos puede causar pérdidas económicas. Para mejorarla tenés la opción de emplear un coadyuvante corrector en la mezcla a pulverizar.
Las aguas alcalinas requieren corrección antes de mezclar el producto para evitar la pérdida de propiedades del fitosanitario. En aguas duras debe usarse un corrector que capture cationes y proteja de la desactivación del componente activo empleado.
Existen coadyuvantes que combinan la corrección pH y el de la dureza del agua. En otros casos pueden corregirse con la mixtura adecuada de coadyuvantes.
Formulación
Como se ve, en muchas ocasiones debés combinar diversos productos para resolver diferentes problemas. Lógicamente, a mayor cantidad de productos igualmente se incrementa la inconveniencia de una reacción química en el tanque.
Para despejar dudas antes, podés aplicar un test de compatibilidad para identificar si existen reacciones químicas indeseadas en la mezcla. De ahí vendrá la toma de decisiones sobre cuáles condiciones debés ajustar y a qué coadyuvantes recurrir.
En otras ocasiones encontrás que, al combinar el fitosanitario, el caldo pulverizador no queda uniforme o crea diferentes densidades. Algunas fórmulas en polvo requieren apoyo de un premezclado previo, antes de ir al tanque de pulverización.
Conclusión
El profesional del agro realiza mejoras constantes en el uso de coadyuvante para atender condiciones concretas. Cada campaña brinda insumos para el levantamiento del diagnóstico respectivo. Estos tips orientan al respecto:
La calidad del agua debe ser considerada prioritariamente para usar los coadyuvantes indicados y así garantizar las condiciones óptimas.
Las variables del medio ambiente deben evaluarse para determinar la pertinencia de los coadyuvantes para neutralizar los factores adversos.
El diagnóstico del estado del cultivo indicará el tipo de tratamiento a aplicar. Igualmente orientará sobre la mejor manera de combinar los fitosanitarios requeridos.
Hay que tener claridad en que las condiciones ideales no existen, y por eso los coadyuvantes bien implementados tienden a optimizar la labor.
La inversión en coadyuvantes resuelve problemas concretos de la mezcla que se traduce en términos de eficiencia y rentabilidad.
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